Presidente del Estado plurinacional de Bolivia Luis Arce Catacora recordó la última reunión que ser tuvo el presidente Raisi en el marco del Foro de Países Exportadores de Gas, en Argelia y en esta fecha envió sus sentidas condolencias desde Bolivia Líder Supremo Ayatolá Ali Khamenei, al Gobierno de Irán, al valiente pueblo iraní y a las familias de los fallecidos en estos momentos de profundo pesar “El pueblo boliviano está con ustedes en este difícil momento” expreso la autoridad.
En una ceremonia marcada por el luto y el recuerdo, Irán conmemoró el cuarto aniversario del asesinato del general Qasem Soleimani. Sin embargo, la jornada también trajo consigo una noticia devastadora: el presidente Ebrahim Raisi falleció en un accidente de helicóptero el domingo pasado. Los socorristas confirmaron el lunes que encontraron su cadáver junto con el de las demás personas que viajaban con él.
Ebrahim Raisi, un ayatolá de 63 años, era conocido por su ultraconservadurismo y su férrea defensa de la ley y el orden. Siempre ataviado con un turbante y un largo abrigo negro religioso, Raisi dirigía Irán desde 2021, periodo durante el cual enfrentó tanto tensiones internacionales como protestas internas.
Elegido el 18 de junio de 2021 en primera vuelta en unas elecciones marcadas por una abstención récord y la ausencia de rivales de peso, Raisi sucedió al moderado Hasan Rohani, quien no pudo presentarse nuevamente tras cumplir dos mandatos consecutivos. Raisi se presentó como un defensor de las clases desfavorecidas y un luchador contra la corrupción.
En los últimos meses, Raisi se destacó como un firme adversario de Israel, apoyando a Hamás desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza el 7 de octubre. Su postura como oponente declarado de Israel consolidó su imagen dentro y fuera de Irán.
Con su deceso, la constitución iraní prevé que el primer vicepresidente, Mohammad Mokhber, asuma el cargo hasta la organización de nuevas elecciones en un plazo máximo de 50 días.
La muerte de Raisi deja a Irán en un momento de incertidumbre y tensión, tanto a nivel nacional como internacional, mientras la República Islámica se prepara para elegir a su nuevo líder.