Octubre 11, 2024

Inflación y contrabando: Retos para la estabilidad económica en Bolivia

Por: Martin Moreira

Miembro de la Red Boliviana de Economía Política

Las medidas adoptadas por el Gobierno han logrado una moderada estabilización en los precios, pero no serán suficientes sin una estrategia más integral. El control del contrabando y el fortalecimiento de la producción nacional son solo una parte de la solución. El camino hacia la sostenibilidad económica y la atracción de divisas se basa en la industrialización, la sustitución de importaciones y la inversión en materias primas estratégicas. Además, es imprescindible establecer sanciones realmente severas para los contrabandistas y para los funcionarios que los encubren. Las medidas de control en las fronteras deben convertirse en políticas permanentes y de largo plazo que protejan el poder adquisitivo de los trabajadores y fomenten la producción interna. Sin estos cambios estructurales, Bolivia podría enfrentarse a una situación económica aún más crítica en los próximos meses.

Bolivia atraviesa una situación económica marcada por la inflación importada, la fuga de alimentos y la excesiva politización del contexto social. Durante este año, el malestar económico se ha intensificado. En agosto, la inflación alcanzó el 1,51%, la cifra más alta del año. Sin embargo, en septiembre, este indicador descendió al 0,88%, lo que sugiere que las medidas implementadas por el Gobierno han tenido cierto éxito en controlar el mercado interno. No obstante, estas acciones, aunque necesarias, ya no parecen ser suficientes.

Uno de los factores que más ha afectado a la economía boliviana es el contrabando a la inversa. Alimentos producidos con subvenciones nacionales son transportados a países vecinos debido a los precios competitivos en Bolivia, lo que genera una pérdida de recursos alimenticios para el país. Frente a esta problemática, el Gobierno ha intensificado los controles fronterizos e instruido la militarización de las mismas. Estas medidas buscan frenar la fuga de productos esenciales como el maíz, el arroz y el azúcar, con el objetivo de garantizar el abastecimiento en el mercado interno.

Además, el Gobierno ha implementado otras acciones para amortiguar los efectos de la inflación importada. Una de las más destacadas es la reducción del gravamen arancelario para la importación de materias primas clave, como trigo, maíz y maquinaria agrícola. Esta medida estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024 y busca garantizar la producción y el acceso a productos de primera necesidad a precios controlados.

El Viceministerio de Defensa del Consumidor ha intensificado sus controles en los mercados, en colaboración con las alcaldías, para evitar la especulación y garantizar precios justos. A esto se suma la puesta en marcha del Centro de Monitoreo del Comité de Seguridad Alimentaria, que supervisa el abastecimiento de alimentos para las familias bolivianas.

Asimismo, el Gobierno ha organizado ferias de alimentos, como las denominadas “Del campo a la olla”, donde los agricultores venden directamente al consumidor, eliminando intermediarios y garantizando precios accesibles. Esta es una medida valiosa en un contexto de creciente preocupación por la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, quienes deben hacer frente a una economía donde los precios bajos favorecen la compra de productos nacionales, pero también atraen a compradores extranjeros.

Pese a estos esfuerzos, persiste la incertidumbre sobre si las acciones del Gobierno serán suficientes para mitigar el impacto de la inflación y la crisis climática que afecta la producción agrícola. Mientras tanto, los precios de alimentos esenciales como el tomate, la papa y el azúcar siguen siendo más bajos en Bolivia que en países vecinos como Argentina y Brasil, lo que genera una presión constante sobre el mercado interno.

INCAUTAN MÁS DE 1.000 MAPLES DE HUEVOS DESTINADOS A PERÚ Y LOS ENTREGAN A EMAPA PARA VENTA A PRECIO JUSTO

Un operativo liderado por el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando permitió la incautación de un camión cargado con 1.100 maples de huevo que tenía como destino el Perú. La acción se realizó en la zona de Chaguaya, en el departamento de La Paz, y el cargamento fue entregado a la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) para su comercialización a precio y peso justo en el mercado nacional.

El viceministro Luis Amilcar Velásquez detalló que el valor del producto incautado asciende a Bs 33.000. "En la mañana hemos podido comisar en Chaguaya (La Paz) un camión con destino al Perú que llevaba un total de 1.100 maples de huevo de contrabando", informó la autoridad, destacando la importancia de este tipo de operativos para proteger la producción nacional.

El Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) ha intensificado los controles en rutas hacia las fronteras, con el objetivo de frenar el contrabando a la inversa de alimentos. La estrategia de control se despliega en tres líneas de acción: una primera a lo largo de las fronteras con Chile, Argentina, Paraguay y Perú; una segunda en los pasos aduaneros, en coordinación con la Aduana Nacional; y una tercera, que realiza operativos en el mercado interno junto con Impuestos Nacionales, la Policía Boliviana y otras instituciones.

¿El pueblo? Solo un detalle menor en la gran maniobra política

Por: Martin Moreira

Miembro de la Red Boliviana de Economía Política

El contexto político en Bolivia está profundamente marcado por la polarización y la manipulación. El término “pueblo” se refiere a la conformación en bloque de una multiplicidad de sectores sociales, que son antagónicos al sistema de dominación. Este concepto, puede convertirse en un comodín que se utiliza a conveniencia de quienes buscan desestabilizar el país mediante tácticas políticas poco transparentes. Estas tácticas incluyen la imposición de candidaturas inconstitucionales y la generación de caos a través de movilizaciones, lo que afecta a la mayoría de los ciudadanos, que ya enfrentan problemas económicos provocados por estas acciones. En contraste, el Estado utiliza la palabra “pueblo” como parte de su responsabilidad de generar bienestar. Ha implementado medidas concretas para mejorar la economía, tales como el incremento de las exportaciones y la agilización de la devolución de impuestos a los exportadores. Estas iniciativas buscan aliviar la escasez de divisas y beneficiar a las clases más vulnerables de la sociedad.

El escenario actual en Bolivia refleja una realidad marcada por la politización de la coyuntura, en gran parte fabricada por estrategias de manipulación y un accionar que podría describirse como “miseria política”. En este juego, algunos actores abandonan su propia marcha solo para reincorporarse después, cuando el pueblo así lo exige. Sin embargo, el ciudadano se pregunta: ¿en qué momento un grupo de afines comenzó a representar al pueblo, orquestando complots que parecen destinados a destrozar la economía de todos?

Por otro lado, hay una coyuntura positiva, construida a partir de hechos concretos. Ejemplos de ello son la reciente aprobación de los Certificados de Devolución Impositiva (Cedeim) y el notable incremento del 50,6 % en las exportaciones, un logro atribuido a la eficiencia de las instituciones encargadas del comercio exterior. Estos avances son indicativos de que, en lugar de hacer política a través de maniobras y artimañas, se deben dar respuestas claras a los problemas reales que afectan al país, como la escasez de dólares. Fortalecer las exportaciones no solo beneficia la economía nacional, sino que también ayuda a proteger el poder adquisitivo de los bolivianos.

Es evidente que la solución a los retos económicos pasa por adoptar medidas que favorezcan el comercio exterior sin afectar el consumo interno que es la prioridad del modelo económico, generen divisas y, en última instancia, mejoren la calidad de vida de la población.

Lo paradójico de la autodenominada “marcha para Salvar Bolivia” es que, lejos de contribuir al bienestar del país, está generando pérdidas económicas significativas y busca subvertir el orden constitucional. Esta movilización, promovida por un grupo que no representa a los 12 millones de bolivianos, recurre a la confrontación y la provocación.

En la contracara del boicot y el intento de golpe, el gobierno muestra un accionar constructivo, especialmente en favor de las clases más vulnerables, las más afectadas por marchas y bloqueos que impactan su economía diaria. Entre las medidas destacadas se encuentra el notable crecimiento del 50,6 % en las exportaciones bolivianas, gracias a la implementación de un esquema de atención 24/7 en los pasos fronterizos de Tambo Quemado y Pisiga (Chile), y Cañada Oruro (Paraguay). Desde su apertura, en mayo y julio respectivamente, estas fronteras registraron incrementos del 38,4 %, 45,7 % y 63,1 %. Los productos exportados incluyen minerales, carne, madera y urea, lo que ha impulsado el comercio internacional del país. Además, se están negociando acuerdos con Brasil para aplicar este mismo esquema en sus fronteras.

A esto se suma la aprobación de un nuevo mecanismo para agilizar la devolución de los Certificados de Devolución Impositiva (Cedeim) a los exportadores, con el fin de aumentar el flujo de divisas hasta en 1.600 millones de dólares anuales y mejorar la liquidez del país, afectado por la escasez de dólares. Este sistema establece un plazo de 15 días para la devolución, condicionado al ingreso de divisas por parte de los exportadores, y abarca sectores clave como el agroindustrial, minero e industrial. La medida, aprobada mediante decreto, es parte de un acuerdo con el empresariado boliviano y busca fortalecer la economía.

La pregunta que surge es inevitable: ¿por qué este autodenominado “estado mayor del pueblo” se empeña en boicotear las medidas en favor del bienestar del pueblo boliviano? En lugar de generar desestabilización en búsqueda desesperada y obsesiva de un candidato cuya habilitación constitucional para las elecciones de 2025, esta cuestionada, deberían enfocarse en proponer soluciones concretas para enfrentar el malestar económico que atraviesa el país y que ha sido causada por su propia responsabilidad en la mala gestión del desarrollo de nuevos campos de hidrocarburos.

Mientras estos grupos buscan la confrontación política, el Estado ha respondido con acciones orientadas a buscar mejorar la economía y beneficiar a la población, especialmente a los sectores más vulnerables. En lugar de maniobras políticas que solo profundizan la crisis, el país necesita respuestas efectivas que ayuden a superar los desafíos actuales y fortalezcan la estabilidad económica.

Bolivia y Grecia estrechan lazos mediante la firma de un Memorándum de Entendimiento

En una muestra de compromiso mutuo y con el objetivo de fortalecer los lazos bilaterales, los Gobiernos de Bolivia y Grecia firmaron un “Memorándum de Entendimiento entre el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Helénica para el Establecimiento de un Mecanismo de Consultas Políticas”, acuerdo que continua en el marco del fortalecimiento de los vínculos diplomáticos entre ambos países y abre un nuevo capítulo en la cooperación bilateral.

“Podremos sostener reuniones periódicas en las que se revisarán nuestras relaciones bilaterales y se intercambiarán puntos de vista. Asimismo, estos encuentros permitirán lo formación de grupos de trabajo especializados y lo inclusión de expertos en temas específicos”, destacó la Ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sosa Lunda, durante la firma que realizó con el Canciller de Grecia, Giorgos Gerapetitis.

El Memorándum de Entendimiento, que fue firmado durante la visita de la delegación boliviana a Nueva York, como parte del 79º Periodo de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, no solo representa un acuerdo técnico, sino que también sella un compromiso para la creación de un espacio de diálogo permanente entre Bolivia y Grecia sobre asuntos de interés común.

La Canciller boliviana también resaltó que estos encuentros regulares no solo fomentarán el diálogo diplomático, sino que también permitirán la formación de grupos de trabajo especializados y la inclusión de expertos en áreas específicas de acuerdo con la agenda acordada. De esta manera, Bolivia y Grecia trabajarán conjuntamente para abordar desafíos comunes, fortalecer la cooperación en ámbitos como la economía, el comercio, la cultura, y promover el entendimiento mutuo en el escenario internacional.

La firma de este Memorándum es de tiempo indefinido, contiene doce artículos que reafirman el compromiso de ambas naciones por mantener relaciones sólidas y colaborativas, demostrando su voluntad de estrechar vínculos y avanzar hacia una cooperación beneficiosa y duradera.

BOLIVIA, LA SELECCIÓN MÁS JOVEN DEL MUNDO, LOGRA UN TRIUNFO HISTÓRICO EN LAS ELIMINATORIAS

En la reciente fecha FIFA, la selección boliviana de fútbol ha dado de qué hablar al convertirse en el equipo más joven del mundo, con un promedio de edad de 23,7 años. Durante los partidos de las Eliminatorias al Mundial 2026, Bolivia cosechó dos victorias significativas: un impresionante 4-0 contra Venezuela en casa y un histórico 1-2 ante Chile como visitante, según el portal 1X1 FTBL.

El entrenador Óscar Villegas ha decidido renovar el plantel, confiando en la juventud del equipo para estos compromisos. A pesar de que el experimentado arquero Carlos Lampe, de 37 años, fue el único jugador de mayor edad en la convocatoria, el resto del equipo demostró una energía y una cohesión sobresalientes.

A pesar de la juventud, 'La Verde' sorprendió al conquistar los seis puntos disponibles, destacándose especialmente por su victoria en Santiago, un logro inédito en las Eliminatorias para Bolivia. Esta victoria marca el fin de una racha de 31 años sin triunfos como visitante en esta competición, siendo la última victoria anterior en 1993 con un contundente 1-7 sobre Venezuela.

Bolivia lideró el ranking de selecciones más jóvenes de la fecha FIFA, seguida de Estados Unidos y Ecuador, ambos con un promedio de edad de 24,7 años. El top 10 también incluyó a selecciones como Uruguay, Italia, Inglaterra, Países Bajos, Canadá, México, Portugal, Suecia, Bélgica e Irlanda, con promedios de edad que varían entre 24,9 y 25,8 años.

Este renovado equipo boliviano no solo está marcando un nuevo rumbo en las Eliminatorias, sino que también está dando mucho de qué hablar con su destacada actuación en el escenario internacional.